Siempre hay una historia…

Crecí como Juan Diego, me llaman Juancho, vivo en León, y Dramón García es mi nuevo proyecto en solitario.

De chaval fracasé estrepitosamente en el conservatorio, a los 17 retomé el contacto con la música, y con la santísima trinida (Academy+Gorilla+Metal Zone) aprendí a a tocar tablaturas de Metallica, Joe Satriani y hasta Malmsteen. Eran tiempos en los que ser jevi estaba tan mal visto como ahora, pero era más divertido.

Al poco me junté con unos tipos más bien raros que querían hacer trash a lo Napalm Death. Yo quería hacer punk rollo La Polla Records. Había nacido «Hachazo«.

Hicimos el punki por okupas y garitos durante más de diez años y en las más altas cotas de la mediocridad decidimos mandarlo todo a tomar por el culo porque no nos aguantábamos.

 

…aunque sea una puta mierda

Entrado en la treintena monté el grupo de pop/rock/moñas «Verano Tassotti«. Nos pudieron las ínfulas, y aunque sacamos un puñado de buenas canciones, como dicen en tu tierra no nos comimos un cagao. Después de cinco años de gastar tiempo y dinero, ensayar mucho y dar unos cuantos conciertos en diferentes formatos cosechando fracaso tras fracaso, bajamos la trapa justo cuando habíamos grabado nuestro primer gran duración, «Tassotti«, que no tuvo la más mínima promoción por nuestra parte y muere en Spotify sin que nadie lo conozca.

 

 

La crisis de los treintaytantos

Con cero presión monté «Batalla» con Juanjo Tassotti  como extensión de «Verano Tassotti«, pero asalvajando los términos.

«Batalla» era punk rock básico, adornado con un poco de electrónica y con escaso trabajo: quedábamos para ensayar de pascuas a ramos, sacábamos canciones simples que nunca arreglábamos y tocábamos dos veces al año. Que el hito del grupo sea una borrachera en Aguilar de Campoó (de la que no me acuerdo) y una noche de setas (o dos) en Lugo en la que marchamos de un after porque un enano amenazaba con zurrarnos da idea de cómo estaba el percal.

 

Zurrándole al electro

En los años de Batalla fui interesándome cada vez más por la electrónica y la producción musical, fruto de lo que surgió mi proyecto unipersonal de música electrónica instrumental «Forman Noster«. Es un proyecto sin más pretensión que experimentar, y de momento nunca lo he llevado al directo ni a ningún DJ set.

 

Dramón vive

A finales de 2021 «Batalla» muere definitivamente, y esto me dio el empuje definitivo para continuar por mi cuenta, esta vez con un proyecto personal,  Dramón García.

Dramón García es un batiburrillo de música influenciado por todo lo que me gusta, con unas letras a partes iguales entre la tristeza existencialista, la reflexión profunda sobre la rutina cotidiana y la broma tonta. Publicaré sencillos e intentaré juntarlos en discos mientras me siga diviertiendo haciéndolo.